En la actualidad, la Inteligencia Artificial se ha convertido en una herramienta fundamental en el ámbito laboral, con más del 60% de los trabajadores utilizando esta tecnología sin un control efectivo por parte de las empresas. Este descontrol expone a las organizaciones a riesgos relacionados con la seguridad de los datos que se manejan en entornos no supervisados.
En un estudio reciente realizado por VML The Cocktail en colaboración con Salesforce, se reveló que la IA ha logrado llegar al 76% de la población en tan solo dos años. Más de la mitad de los trabajadores recurren a esta tecnología para diversas tareas, como generar ideas, analizar datos o resumir documentos. Sorprendentemente, un 61% de ellos lo hace sin contar con un marco corporativo que respalde su uso.
Riesgos y oportunidades en el uso no regulado de la IA
Este panorama plantea tanto riesgos como oportunidades para las empresas. Por un lado, el uso no controlado de la IA puede conducir a vulnerabilidades de seguridad al emplear datos corporativos en sistemas no autorizados. Por otro lado, aquellas organizaciones que logren regular esta adopción orgánica podrán transformarla en productividad medible, retención de talento y liderazgo en gobernanza digital.
La IA generativa y su impacto en la interacción humana
Otro aspecto destacado es el crecimiento en la adopción de la IA generativa, especialmente en formas conversacionales como los chats GPT. Más del 60% de los usuarios interactúan de manera avanzada con estas herramientas, lo que sugiere una transición hacia un modelo en el que las personas no solo utilizan la inteligencia artificial, sino que aprenden a colaborar con ella.
La personalización de herramientas de IA por parte de un 37% de los usuarios refleja una evolución en la forma en que se trabaja con esta tecnología, con implicaciones directas en la productividad individual y el conocimiento organizacional en el ámbito empresarial.
El futuro de la IA en las empresas
Es crucial que las empresas actúen con celeridad para implementar políticas y marcos de actuación en los próximos 18 a 24 meses, a fin de evitar la consolidación de patrones de uso no controlado. Aquellas organizaciones que logren adaptarse a esta nueva realidad podrán beneficiarse de una mayor eficiencia, retención de talento y posicionamiento estratégico en el mercado.
En resumen, la Inteligencia Artificial ha dejado de ser una promesa para convertirse en una realidad cotidiana en las empresas. Aquellas que logren integrarla de manera efectiva y controlada estarán en una posición privilegiada para liderar la transformación digital y aprovechar al máximo las ventajas que esta tecnología ofrece en el ámbito laboral.
Source: www.eleconomista.es
